Hacía ya una semana que el amor parecía haberse acabado en su vida. Estaba mejor, pero aún le dolia que todo hubiese cambiado tan repentinamente. Pensó y pensó hasta no poder más, y se dio cuenta de una cosa. Se estaba comportando como una de esas chicas que salen dos meses con alguien y cuando se acaba (algo que ya era evidente desde el principio) empiezan a decir en messenger, en tuenti, en todo lo que fuera público que se quería morir. ¿Y todo eso por una persona que solamente conocía de dos meses? ¿Dos meses y ya como si llevaran una vida? No, a ella nunca le había gustado eso. Pero había caido en la trampa de ser como esas personas. Pensó que, una vez más, había aprendido de los errores. Esos que al principio duelen, pero al final les acabas dando las gracias por ayudarte a ser un poco más persona.
Decidió olvidarse definitivamente de él, y con esa decisión y un zumo de limón, siguió su vida con una lección más sobre el amor y la vida (aunque al final acabaría sorprendiéndole una vez más).
Es bonito, y muy cierto además, hay que saber aprender de los errores ..
ResponderEliminarEl amor nunca se acaba, sólo cambia de forma. Y el día que menos te lo esperas, aparece de la forma más bonita inimaginable :)
ResponderEliminarA mi tampoco me ha gustado nunca esa forma de proclamar que estás que te mueres porque el amor se acabó. Hasta que me vi haciéndolo yo misma de manera inevitable..
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